La vida debería ser una celebración




Francis Lucille: Este no es un camino de desapego a los objetos, de privarse a uno mismo de la vida. Al contrario, la vida debería ser una celebración. Antes de que podamos celebrarla verdaderamente, necesitamos descubrir qué es la vida. Cuando descubrimos lo que es realmente la vida, se produce un desapego natural. 

Este desapego no conlleva esfuerzo, porque nuestro descubrimiento nos da una felicidad tan absoluta, nos cura tan radicalmente del miedo, nos da tal facilidad de ser y libertad que, en comparación, los objetos de deseo usuales parecen palidecer. 

Dicho de otra forma, no nos desapegamos a nosotros mismos de los objetos mediante prácticas o disciplinas; sino que ellos se desapegan de nosotros como resultado de la comprensión y la alegría sin causa. 

Los objetos siguen estando todos disponibles pero la diferencia es que ya no los utilizamos para obtener felicidad. Los usamos para celebrar la felicidad. En este camino no perdemos nada. 

Todavía podemos hacer aquello que previamente queríamos hacer, pero lo hacemos en libertad, porque entendemos todo lo que hacemos como una celebración de nuestra libertad, no como un medio de satisfacción. Cuando tenemos esta comprensión y actitud hacia la vida, el universo coopera con nosotros. Se convierte en nuestro cómplice. 

Hay una historia Sufí sobre el profeta Mohammed quien, antes de enamorarse de Dios, tenía el deseo de ser un gran orador. Sin embargo, se enamoró de Dios, se hizo un buscador de la verdad y después un amante de la verdad, y olvidó su deseo. Le abandonó. Un día, Dios se le apareció en un sueño y le dijo, “Mohammed, te voy a dar el talento de ser un orador”. Mohammed replicó, “Pero yo ya no tengo ese deseo. Ahora estoy enamorado de ti, así que ya no me importan esas cosas”. No obstante, Dios dijo,“Sin embargo, una vez tuviste este deseo y te voy a hacer un orador tan famoso que tu nombre será cantado cinco veces al día en todos los minaretes sobre la superficie de la tierra”. 

El universo no tiene elección salvo aparecer como verdad. 

Aunque podamos tener una tremenda experiencia interior, no podemos crecer solo en confianza y certidumbre basada en el interior. Si este fuera el caso, después de unos cuantos días o años, podríamos preguntarnos si lo habríamos soñado o nos lo habríamos inventado. 

También necesitamos que el universo confirme que lo que sabemos en nuestro interior es totalmente consistente en todos los ámbitos de nuestra experiencia exterior. Por lo tanto, es muy importante poner en práctica lo que hemos entendido; si no permanece congelado. Necesitamos sacarlo del congelador, ponerlo en el microondas y ¡comerlo! 


(Fuente: Grupo Facebook "Verdad Inteligencia Amor Belleza")