Como consciencia eres totalmente inmune



Interlocutor: Siento que empiezo a entender de lo que hablas y, como consecuencia, mi vida se va haciendo más fácil y más feliz. Pero al mismo tiempo y, esto ocurre con bastante frecuencia, ocasionalmente me ocurre como una especie de ataque de pánico. Así que mientras antes era básicamente neurótica, ahora lo que ocurre es que en el medio de una felicidad relativamente continua, caigo en una especie de agujeros de desesperación en los cuales haría lo que fuera por salir. Lo siento o me parece como si fuera una soledad absoluta, como si no hubiera nada a lo que agarrarse, puro vacío. ¿Es esto parte del "paquete" que compro?

Francis Lucille: Obviamente es parte de tu paquete. Es todavía un objeto, sigue siendo algo que aparece ante ti. 

Lo que siento es que, de alguna manera, en esos momentos experimentas tu miedo básico, tu sensación de aislamiento básica pero todavía no le estás dando una bienvenida completa, no lo estás acogiendo totalmente. Así es que tienes que aplicar tu investigación espiritual también a estos momentos. 

De la misma forma que un científico puede hacer experimentos en su laboratorio, que es un lugar cómodo con calefacción, aire acondicionado… pero pongamos que investiga volcanes. Así que también hace viajes de campo, tiene que ir a países extraños, escalar montañas con sus aparatos a la espalda, etc. Así que tienes que aplicar tu metodología científica y tu humildad centrándote sólo en los hechos. Ver de qué está hecha esta sensación de zonas inexploradas de tu mente. 

Ahora todavía tienes aversión a estos momentos, no permites que fluyan a través de ti. Y aquello que puede darte el valor para poder hacer esto es el entendimiento de que como consciencia eres totalmente inmune a cualquier cosa. La consciencia es totalmente inmune a todo lo que aparece en ella, igual que el espejo es totalmente inmune a las imágenes que se reflejan en él. Y este conocimiento profundo, de esta inmunidad básica que tienes, es lo que te dará fortaleza para acoger esta situación. 

Quizá es algo que ha estado ahí en la trastienda cociéndose durante mucho tiempo y que, de repente, aparece. Es una buena ocasión, es una buena oportunidad para mirarlo. Si lo dejas que te atraviese de forma completa, plena, no volverá nunca más. Puede que quede algún residuo que vuelva de vez en cuando, pero la mayor parte se habrá ido. Esto es lo que ocurre cuando empiezas a abrir los armarios, empiezas a ver los cadáveres.

(Pasaje extraído del Encuentro de 2007. Disponible en "Descargas")