La ignorancia como un juego




No debemos ver a la ignorancia como a un enemigo sino más bien como un juego al que nos entregamos. Mejor verla con benevolencia, como una madre que mira a sus hijos jugar. No la debemos tomar en serio, si la tomamos con seriedad le damos peso.

No hay que ver la búsqueda de la verdad como una lucha sino más bien como un dulce abandono. No hay que poner el acento sobre el aspecto negativo sino sobre nuestra realidad que es la fuente positiva. Hay que tener indulgencia hacia uno mismo y, por supuesto, hacia los otros.

No hay que sentirse ligado por el pasado, por los acontecimientos pasados de nuestra vida. Hay que vivir el momento y si en ese momento tenemos un comportamiento de ignorancia hay que darle una sonrisa. 

(Extraído del Encuentro de Julio del 2016)