¿Como sé que estoy preparado para ser un maestro? 1ª parte




Pregunta: Estimado Francis, he llegado a darme cuenta que volver la mirada al interior y llegar a conocerse uno mismo es la relación interpersonal. ¿Seria posible, y si es así, como haría uno para invitar/ inspirar a un mayor número a “mirar al interior”? A lo que me refiero es al conocimiento de uno mismo como camino a la liberación del obsoleto marco mental (avaricia, egoísmo, etc.) Si eso es cierto ¿sería posible que uno inspirase a sus compañeros humanos para compartir la misma visión de Unicidad e Inclusividad en al que todos los seres estén libres de rasgos tales como la avaricia?

Francis Lucille: Si uno esta libre de sufrimiento, esta libertad se comparte a sí misma espontáneamente sin que tengamos que pensar siquiera en compartirla. Pero en este caso, la pregunta sobre si compartirla o no, y cómo, no se plantea. Mientras haya un “compartidor” individual, la felicidad no se comparte a sí misma porque no hay felicidad que compartir. En ese sentido, todo ser iluminado es un maestro, que enseña sin enseñar, espontáneamente.

Los maestros formales son otra cuestión. Sentarse en un estrado en frente de una audiencia de buscadores requiere, además de estar libre de sufrimiento, ciertos talentos dados por Dios, habilidades adquiridas y el entusiasmo profundo de una vocación. Si falta una de esta patas, la enseñanza cojeará, y si falta la primera de estas patas, será falsa, incluso si las palabras parecen ser las correctas. Esa es la razón por la que solo un pequeño número de seres iluminados se convierte formalmente en un maestro y por la que, entre los maestros formales, solo una pequeña proporción está verdaderamente liberado de la muerte y el sufrimiento.

Dos de estos cuatro elementos son dones de nacimiento, el talento y la vocación. Los otros dos, la propia libertad y las habilidades para enseñar pueden ser adquiridas en satsang con el gurú. Si uno se sienta a los pies de nuestro gurú durante 10 o 20 años, asistiendo a todos sus encuentros, liberándose en el camino, lo más probable es que la habilidades para enseñar estén ahí, habiendo sido adquiridas gradualmente y sin esfuerzo durante estos años.

Un obstáculo muy común encontrado por los buscadores es un deseo de enseñar antes de estar realmente establecidos en la Presencia. Conciben el enseñar como una forma interesante de ganarse la vida o, peor aún, hacerse famosos, o conseguir la aprobación de los otros. Aquellos que son sinceros y honestos serán capaces de ayudar a los buscadores a alcanzar su nivel, pero al hacerlo se privarán de los beneficios del satsang con un gurú verdaderamente liberado y pospondrán para sí mismos el disfrute de los frutos de la liberación.

(Pasaje extraído del documento Preguntas-Respuestas disponible en “Descargas”).