Afinidades entre individuos




Interlocutor: Me pregunto qué hay detrás de eso que hace que surja una  atracción entre dos personas, ¿de dónde surge esto? ¿Entre la consciencia y el cuerpo/mente no hay una conexión más? 

Cuando pensaba estas cosas lo que me viene a la mente es la noción cristiana de alma, o de karma, que hay algo más y que de alguna forma es personal.

Francis Lucille: Cuando dos individuos se encuentran puede haber afinidades, que pueden ser instintivas, físicas, co-culturales y que en cierto sentido crean una base, una plataforma de entendimiento entre esos dos individuos. Por ejemplo, si comparten la misma cultura van a estar de acuerdo en las palabras que van a utilizar, están de acuerdo en sus ideas políticas, en sus ideas religiosas.

¿Qué es lo que ocurre cuando estamos de acuerdo con otro acerca de un punto? En el momento en que estamos de acuerdo la posibilidad de conflicto desaparece, y en esa desaparición tenemos momentáneamente la experiencia de la paz, la paz es la desaparición del conflicto. Y entonces es cuando decimos “me llevo bien con esa persona”. El problema es que creemos que porque nos entendemos bien con esa persona sobre determinados puntos vamos a estar de acuerdo en todos los otros puntos que todavía no hemos hablado. 

Ese acuerdo que había empezado a revelarse sobre cierto conjunto de puntos lo proyectamos generosamente sobre el espacio todavía vacío de nuestra relación. Y el problema es que cuando ese espacio todavía vacío empieza a llenarse, entonces surgen los conflictos y, de manera gradual, la relación empieza a deshilacharse. 

Así, en el fondo, una relación que se base únicamente sobre afinidades estaría limitada en el tiempo. Las relaciones que duran son aquellas que están fundadas sobre un entendimiento más profundo y que no sería un acuerdo sobre los objetos; las afinidades son acuerdos acerca de objetos. 

Las relaciones duraderas son las basadas sobre lo no objetivo, están basadas en la belleza, en el amor y en la inteligencia. Si dos seres aman el amor, aman la inteligencia y aman la belleza, hay entonces ahí una base de relación que no va a borrarse jamás. Incluso aunque a nivel objetivo en un tema específico pueda haber divergencias y conflictos aparentes, porque dos seres humanos son a la fuerza distintos, tendrán siempre la posibilidad de reencontrarse en este trasfondo de comprensión en el que la relación va a encontrar una nueva juventud. Es un principio nuevo, se pone el contador de nuevo a cero en esa relación sobre la compresión, el amor, la belleza y la inteligencia. 

Así que una relación basada únicamente en afinidades mentales, en general, no es duradera porque no tiene ese potencial para regenerarse. En cambio lo opuesto es también verdadero, es decir dos seres que comparten verdaderamente este amor por la verdad pero que aparentemente están en desacuerdo sobre todo, al principio puede que haya dificultades para relacionarse a causa de esas divergencias superficiales, así que va haber una especie de repulsión en la superficie; pero si llegan a estar verdaderamente cerca, en ese momento, la atracción profunda de la verdad va a revelarse.

(Pasaje extraído del Encuentro de Julio de 2012. Disponible en “Descargas”)