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Aquello que es real, debe ser permanente




Interlocutor: La consciencia es eterna, es lo eterno. Lo que aparece y desaparece, que tiene un principio y final, es temporal, es relativo, no es real. 

Si solamente existe la consciencia, y todo lo demás es una apariencia en ella, entonces solamente podemos trabajar a través de la negación, mediante la vía negativa. ¿Es así?

Francis Lucille: Cuando se dice que lo que aparece no es real, lo que se indica es que no existe independientemente de la consciencia. En otras palabras, queremos decir que no es permanente. Aquello que es real, debe ser permanente.

El ejemplo que se utiliza en la tradición hindú se refiere a la distinción entre la sustancia y los accidentes. El anillo de oro es impermanente. Antes de existir el anillo, ya existía el oro que ahora lo constituye, y después que desaparezca el anillo, el oro permanecerá. Aquello que es permanente, el oro, es la verdadera naturaleza del anillo, porque ha existido siempre. De la misma manera, aquello que aparece no es real, porque no siempre ha existido, y depende de la presencia de la consciencia para ser percibido.

Del mismo modo que el anillo depende del oro para tener una forma y un color, sin oro no hay anillo; cuando decimos que el mundo de los objetos no es real, no queremos decir que no tiene existencia, sino que no tiene independencia con respecto a la consciencia. Así como la verdadera naturaleza del anillo de oro es el oro, que es su sustancia, la verdadera naturaleza de este mundo es la consciencia, que es su sustancia eterna.

Ahora bien, el enfoque negativo es el primer paso de un proceso de dos pasos. El propósito del enfoque negativo es inducir que la consciencia se desidentifique del cuerpo y de la mente, porque habitualmente pienso y siento: “yo soy mi cuerpo, yo soy mi mente”. Así, la desidentificación sucede al discriminar entre esta presencia que percibe; que soy yo; y todo aquello que es percibido. Por tanto: “yo no soy el cuerpo, porque percibo el cuerpo”, “yo no soy la mente, porque percibo la mente”. Llega un determinado momento en el cual, este enfoque negativo concluye cuando se conoce, se evidencia, la consciencia pura. Este conocimiento en realidad es atemporal, aunque desde el punto de vista de la mente sea una visión fugaz, que aparece como una comprensión.

Después, una vez que esto ha sido asimilado, llegamos al segundo paso, el último. Se trata de comprender que cualquier objeto que esté presente, ya es consciencia, tal como el anillo es oro. Por lo tanto, si quiero ver el oro, o tocar el oro, no tengo que esperar durante años hasta que este anillo sea destruido y fundido en un lingote. Sino que, sabiendo que es oro, puedo tocar el oro, ver el oro y disfrutar el oro; ya, ahora mismo. Este es el paso final. Solamente a este nivel podemos hablar de no dualidad…, porque ¡todo es oro, todo es Dios!

(Pasaje extraído del libro "Flores del Silencio").

Solo se conoce el objeto cuando ya no existe


Interlocutor: Me gustaría que hablaras de la respiración y el momento presente. ¿Hay alguna técnica para ser más consciente del ahora, del presente?

Francis Lucille: Cuando eres consciente de un objeto, ya es el pasado. Cuando eres consciente de un pensamiento, ese pensamiento ya ha pasado. Cuando eres consciente del significado de una frase, la frase ha terminado ya. Así, cuando somos conscientes de cualquier cosa, aquello de lo que somos conscientes ya ha pasado. Cuando decimos: "yo sé", "yo me doy cuenta", "yo comprendo esta frase", "conozco este sentimiento, esta percepción", esa frase, ese sentimiento, esa percepción se han desvanecido de vuelta al ser, a la unidad. Por eso digo que solo se conoce el objeto cuando ya no existe.

¿Qué es, entonces, lo que conocemos, cuando decimos: "yo conozco esto", "yo sé", "yo me doy cuenta de este objeto". Lo que conocemos es el conocer en sí. Cuando conocemos lo que conocemos es siempre la consciencia. Es falso pretender que conocemos los objetos, porque en el momento del conocer no hay objeto, solo hay consciencia, solo hay conocimiento. Así, cualquier cosa que conozcamos es solo consciencia.

La pregunta ahora sería: ¿Cómo conocer la consciencia? ¿Mediante qué método puedo conocer la consciencia?

La respuesta es: Date cuenta que cualquier cosa que conoces es consciencia, cuando comprendes esto, no hay lugar adonde ir, ni nada que hacer.


(Pasaje extraído del libro "Flores del Silencio).

Disfrute con apego



Interlocutor: ¿Cuál es la diferencia entre estar apegado a un objeto y disfrutar de él?

Francis Lucille: La diferencia estriba en que si tú piensas que el objeto está separado de ti, o del resto de la realidad, no puedes disfrutarlo realmente, porque este disfrute está contaminado por el sufrimiento.

Por ejemplo, si estás enamorada de alguien, pero lo ves como a un objeto separado del resto de la realidad, entonces puede suceder que algún día él desaparezca, puede morir, puede dejar de amarte, y todo esto ya es suficiente para estropear tu disfrute.

De manera que nunca puedes lograr un verdadero goce por medio de un objeto, porque el objeto es impermanente. Podríamos llamar a esto “disfrute con apego”, porque creemos que el objeto es el origen de la felicidad que obtenemos por medio de él. 

Como consecuencia, quedamos apegado al objeto, porque lo vemos como el origen de esa felicidad. Y además, con este apego surge el miedo de que el objeto pueda desaparecer, o podamos perderlo. Esto es “disfrute con apego”, lo que significa que no hay verdadero disfrute.

Mientras que si comprendo que en realidad no hay objetos. Que el objeto que aparentemente me aporta placer o felicidad es, de hecho, simplemente una expresión de esta presencia que está en todas partes, incluyéndome a mí. Que esta presencia es, ahora mismo, yo; lo que soy yo al nivel más profundo. Que es siempre la misma y al mismo tiempo es siempre nueva. Entonces, ya no permanezco apegado por más tiempo a la manifestación como tal objeto, sino que me aferro a la presencia que es el origen del objeto y que nunca me abandonará. 

De este modo, la felicidad que tengo no se puede malograr, porque no hay miedo en ella; y aunque el objeto desaparezca no lo lamentaré, porque lo que realmente amo es esa presencia eterna que, instante tras instante, va a darme lo que verdaderamente necesito para ser completamente feliz, estar contento, pleno, satisfecho. Ésta es la diferencia.


(Pasaje del libro "Flores del Silencio).

¿Qué es el amor?




Pregunta: ¿Qué es el amor?

Francis Lucille. El amor es aquello que lo incluye todo. Aquello que nunca está separado de nada. El amor es la madre de todas las cosas. El amor no es algo que sucede entre dos individuos separados. El amor es la experiencia de la ausencia de separación entre lo que parecen ser dos individuos separados. Es el reconocimiento de nuestra unidad fundamental.

Ahora mismo, si miramos hacia fuera, parece que somos seres humanos separados. Eso es lo que vemos cuando miramos a través del ojo de la mente. Pero cuando miramos hacia dentro, hacia lo que verdaderamente somos en el centro, esta consciencia..., ahí somos una única consciencia, todos somos uno. Eso nos está mirando a través del ojo del amor. Si miramos a los dedos de la mano, están separados; pero si miramos a la mano, son uno.

El amor no impone nada. Es como el aire; no nos impide movernos, pero sin él moriríamos.

El amor es siempre libertad. El amor que impone límites, que es posesivo, no es amor. Es una caricatura.