Nuestra creencia favorita




Interlocutor: Has mencionado la libertad de vivir en la consciencia de un modo ilimitado, ¿cómo se concreta esto?
   
Francis Lucille: Cuando hablo de la libertad de ser conscientemente la consciencia, me refiero a la libertad, como tal consciencia, de identificarme o no con el cuerpo/mente. 

Si digo que yo como persona limitada tengo la libertad de elegir ser la consciencia universal, esto implica que nuestro estado natural, nuestro estado normal, es ser una persona; y que para ser la consciencia universal tenemos que hacer un esfuerzo especial, que ser la consciencia universal es un estado artificial que tenemos que crear y superponer. Dado que es un estado, tendrá un comienzo y un fin. 

Pero yo estoy diciendo justo lo opuesto. Nuestro estado normal, nuestro estado natural, es la consciencia infinita, y sobre este estado normal, que es libertad, superponemos la creencia en una existencia limitada.
   
Sólo la consciencia tiene libertad y solo la consciencia puede elegir entre ser limitada o ilimitada. Pero la consciencia limitada, al carecer de libertad, no puede elegir convertirse en la consciencia ilimitada. 

Por lo tanto te sugiero que adoptes la posición de la consciencia ilimitada y desde esta posición dejes de elegir ser la consciencia limitada, como hacemos siempre que volvemos a enamoramos de nuestra creencia favorita: ser una entidad limitada por el espacio y el tiempo.

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