La vida real no tiene propósito




Pregunta: ¿Tiene la vida un propósito?

Francis Lucille: La vida real no tiene un propósito. La vida real es puro gozo, pura libertad. Ahora, si por vida te refieres a esta existencia entre el nacimiento y la muerte, se podría decir que su propósito es conocer la Verdad.

Pregunta: Alguna gente siente que el propósito de esta existencia es contribuir a un bien superior, ayudar a otras personas, hacer lo mejor que se pueda en sus circunstancias y ayudar a su familia. Cuando dices que la única meta es conocer la Verdad, ¿cómo les explicarías que esta meta es más importante que aquellas por las que trabajan?

Francis Lucille: En primer lugar, no hay incompatibilidad entre conocer la Verdad y ser un buen marido o mujer, un buen padre o madre, un buen ciudadano. Al contrario, sólo en la ausencia de la creencia de que somos una entidad separada, una persona, podemos estar abiertos al amor real, a la belleza real y a vivir una vida feliz, creativa y armoniosa.

Pregunta: Si alguien quiere buscar la Verdad a la vez que cuida de una familia, se gana la vida y hace frente a su propia infelicidad, ¿cómo lo hace?

Francis Lucille: Con inteligencia. La comprensión no requiere ningún cambio en nuestra forma de vida. Empezamos con lo que tenemos a nuestra disposición, con la investigación sobre quiénes somos, sobre nuestras percepciones, sentimientos y pensamientos. Esta investigación hacia nuestra propia realidad no es meramente conceptual, sino que incluye todos los aspectos de nuestra vida.

Pregunta: ¿Puede esta búsqueda llevarse a cabo en medio de una vida agitada?


Francis Lucille: Ciertamente y es la única forma en que puedes estar seguro de que tu felicidad te pertenece a ti, que es tu propio tesoro, que no depende de ninguna circunstancia externa. 

Si tu felicidad depende de factores externos, como por ejemplo un entorno armonioso, entonces tu bella existencia se desvanece cuando estás en la oficina de correos o cuando hay ruido fuera. Así que esa experiencia no era realmente tu propia felicidad, sino que era solamente un estado de felicidad.

Pregunta: Entiendo que la felicidad en sí misma no puede depender de nada externo…

Francis Lucille: Se requiere una  gran madurez para alcanzar esta comprensión, porque habitualmente se piensa que la felicidad se halla en algún tipo de objeto.

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