La valentía en términos de no-dualidad

 


Interlocutor: ¿Cómo podemos expresar el coraje/valentía en términos de no dualidad?

Francis Lucille: La valentía es la ausencia de miedo, no la ausencia de prudencia, es la ausencia de miedo.

La prudencia es el uso de la razón en las situaciones prácticas de la vida.

El miedo tiene dos aspectos: 

- Hay un aspecto que es natural, si lo prefieres racional, miedo a peligros reales; es como una alarma que se dispara y nos avisa del peligro, esto está bien.

- La mayor parte del miedo está relacionado con la ignorancia, con la identificación al cuerpo/mente. 

En otras palabras: estamos más asustados de que algo le pueda suceder al cuerpo/mente, que algo que le pueda suceder a nuestro coche.

Fundamentalmente los miedos que tenemos acerca del cuerpo/mente pueden ser muy similares con los miedos que tenemos acerca de nuestro coche.

En otras palabras: si algo le ocurre al coche es realmente un inconveniente, y si algo le ocurre al cuerpo/mente también es un inconveniente; quizás sea un inconveniente mayor que lo que pueda sucederle al coche, pero sigue siendo un inconveniente.

En última instancia: nada nos sucede.

Esta profunda certeza que nada nos sucede y que nunca nada podrá sucedernos es la fuente del “sin miedo”; y el “sin miedo” es igual a coraje/valentía.

Y este “sin miedo” lo aplicamos de manera diferente en diferentes situaciones. Se manifestará como valentía en algunas situaciones y, en otras situaciones, se manifestará diferentemente; quizás se manifieste como compasión, como humor.

La valentía es, si quieres, como el “sin miedo” se manifiesta.

I: Sí, finalmente es la consciencia a través de nuestro cuerpo/mente es quien decide ser valiente…

FL: Ser valiente no es una decisión, ser valientes es nuestro estado natural, nuestro estado natural es “sin miedo”.

Cuando hablamos sobre la valentía tenemos la creencia que hay una persona ahí que es valiente, y otra persona aquí que no es valiente, y después está la persona que decide ser valiente.

El “sin miedo” es otra cosa, no es una decisión que tomamos; el “sin miedo” es nuestra condición, es nuestra condición real.

Y no nos priva de ser prudentes porque somos responsables de nuestro cuerpo, somos el gestor de nuestro cuerpo y, como tal, debemos ser prudentes con el cuerpo.

De la misma manera que contratamos un seguro contra incendios para la casa o un seguro para el coche, por ejemplo, debemos vacunarnos contra el Covid-19. Esto no es miedo es ser prudente.

I: Ok, gracias.

FL: Hay algo más que quiero decir acerca de la valentía. 

Hay una conexión entre valentía y amor; porque la máxima valentía, la valentía verdadera es la valentía para enfrentarnos a nuestro sistema de creencias.

Quizás esto que digo pueda parecer extraño porque normalmente creemos que la valentía es la valentía para enfrentarnos a los eventos de la vida, a las situaciones de la vida. Enfrentarnos a una rotura sentimental, a la muerte de nuestros seres queridos, una enfermedad súbita, una catástrofe financiera, cosas de este tipo.

Pero la verdadera valentía es la valentía para enfrentarnos a nuestro sistema de creencias, porque la más importante forma de valentía es la valentía para enfrentarnos a nuestra creencia de ser seres humanos separados.

Lo que estoy diciendo parece absurdo. Pero la mayoría de nosotros no queremos investigar la verdad de nuestras creencias. Damos por garantizado que nosotros, la consciencia, aquello que llamamos yo, es este cuerpo/mente humano; no queremos investigar.

Y cuando intentamos investigarlo, aparece un poco de miedo. Pero si intentamos ir más lejos, descubriremos que la madre de todos nuestros miedos está ahí escondida en ese sitio secreto: es el miedo a perder nuestra identidad como seres humanos, como cuerpo/mente.

Este es el miedo, y necesitamos valentía para superar este miedo.

¿Cuál es la fuente de la valentía? La fuente de la valentía es el amor, es el amor por nuestra verdadera naturaleza.

Al principio se manifiesta como interés por la verdad. Y es este amor que nos lleva a un lugar en el que estamos listos y dispuestos para hacernos la pregunta: ¿cómo sé que soy una entidad separada y limitada? ¿Cómo sé que estoy limitado? ¿Cómo sé que esta conciencia que me sé ser depende del cuerpo?

Esto requiere valentía. Y mientras viajamos por ese camino el miedo surgirá; y es nuestro amor por la verdad el que, en cada momento, nos procura valentía para ir un paso más allá en el camino.

Habrá batallas en cada paso del camino, quizás perdamos algunas, que significa que abandonamos, que nos rendimos al miedo. 

Pero al final siempre ganaremos la guerra porque cada batalla que encontramos solo aumenta nuestro amor por la verdad, nuestro amor por la meta al final del camino, dándonos más valentía para luchar en la próxima batalla.

Incluso si perdemos la batalla nuestra valentía siempre crecerá, y entonces ganaremos la próxima batalla. Y siempre terminaremos como vencedores; es la única victoria.

Francis Lucille. 14 de febrero de 2021.